BAÑO DE BOSQUE DE COBRE OTOÑAL

Descripción del servicio

Os invitamos a apagar todos dispositivos móviles, encender todos vuestros sentidos y entrar en este bosque vivísimo a escuchar, tocar, saborear, oler, mirar y sentir su magia. La bienvenida será con una sonrisa y la entrega de vuestro tentenpié sorpresa (quiche, tortilla...), bebida y manta para descansar sobre la tierra. Tras esto una pequeña historia viva os ayudará a sentiros uno con toda esta naturaleza, lo que sois, y, sin una palabra más, cada uno a emprender su pequeña odisea. Quien quiera puede ir solito, quien quiera acompañado... cada uno se sentirá apasionado por algo diferente en ciertos momentos: las raíces visibles de un árbol enorme, algunos bichitos alucinantes, la sensación de estar descalzo y en el intercambio tan medicinal con la tierra que eso da... hacer una cabaña... observar un pájaro que se esconde por aquí y por allá... trepar por las ramas... descubrir un nido... identificar huellas que dejaran animalillos al pasar... encontrar los animalillos... apoyarse en un árbol, cerrar los ojos y dejarlo susurrar... tumbarse en una hamaca dejando la luz entre las hojas de mil colores acariciar los párpados y mejillas... Seréis parte de la belleza, calma y alegría de este paisaje, ahora vuestro hogar. Shinrin-Yoku, lo llaman en Japón, el conectar consciente y tranquilamente por el bosque, sin ninguna prisa, no a modo de ejercicio físico sino de alegría o meditación o sencillo estar o alimento para cuerpo y alma. Es tan medicinal... Baja el estrés, la ansiedad, aumenta la creatividad y la relajación, activa el sistema inmune... tanto es así que en Suecia y en Japón forma parte de la cura recomendada por la medicina oficial de ciertos achaques como la depresión o para combatir el estrés laboral. ¡Estudios científicos hablan de hasta cómo combate viruses y tumores!... Y es que los árboles, especialmente los más antiguos, desprenden unos aceites esenciales que al inhalarse hacen maravillas en nuestro cuerpo y mente. Todos los abrazos de amor curan, calman, hacen sentir a gustito y traen sonrisa antes o después... y este es el abrazo del bosque y toda su medicina para vosotros en este entorno límpido, sereno y bello, sin coches, sin prisas... aquí y ahora.